jueves, 3 de abril de 2008

Grupo Sur: La privatización de Pemex

La privatización de PEMEX: un crimen de lesa patria

Grupo Sur

PEMEX es la empresa más rentable de México. Los ingresos derivados del petróleo representan alrededor del 50 por ciento del presupuesto federal. Se trata de una gigantesca fuente de riquezas que siempre ha despertado el apetito de intereses privados de dentro y de fuera. La expropiación de la industria petrolera decidida por Lázaro Cárdenas buscaba convertirla en un puntal del desarrollo del país. La riqueza petrolera bien empleada es una palanca para nuestro futuro y factor de nuestra independencia.

¿Si se privatizara PEMEX, a dónde irían estas cuantiosas ganancias? ¿De qué otra fuente obtendría el gobierno mexicano los formidables ingresos fiscales que dejaría de percibir? En verdad, la planeada "reforma" de PEMEX significaría la transferencia de fabulosas riquezas a manos privadas, principalmente extranjeras. Son incalculables los daños que se producirían al país. Debe decirse sin tapujos que quienes impulsan el despojo de la principal riqueza de México, conspiran contra la nación.

La historia reciente

Durante el sexenio de Miguel de la Madrid se optó por la venta de petróleo crudo en lugar de construir refinerías para elaborar nuestras gasolinas, mientras se desalentaron las ramas de la petroquímica que permiten mayores ingresos y menor dependencia. Los sucesivos gobiernos priístas siguieron los dictados del Banco Mundial y de Estados Unidos: sabotear el desarrollo de PEMEX para ponerlo en punto de venta.

Lo lograron en parte al imponerle exacciones fiscales que ninguna empresa del mundo puede soportar, mientras se consiente al sector privado con una baja carga tributaria. Es por ello que en apariencia la empresa pública no gana y está en "crisis". Saqueando a PEMEX vía impuestos, escondieron su incapacidad para lograr una economía sana con un crecimiento sostenido. Correspondía a sus intereses seguir sangrando a PEMEX, en lugar de implementar medidas juiciosas y a favor de la nación. Asimismo, parte del guión para extenuar el sector energético fue el desmantelamiento de centros de investigación y desarrollo como los Institutos Mexicano del Petróleo, de Investigaciones Eléctricas y de Investigaciones Nucleares.

Con los gobiernos panistas esta vía llegó a su clímax. Vicente Fox y su pequeño grupo derrocharon los recursos adicionales que ingresaron al país gracias al alza internacional del precio del petróleo. Esos fondos no se utilizaron para fortalecer el sector productivo (incluyendo el campo y la propia industria petrolera); se fueron al gasto corriente y a algunos bolsillos.

¿Por qué les urge privatizar PEMEX?

Este manejo ineficiente y sesgado de sucesivos gobiernos, tiene hoy a la economía del país en grave trance. Por un lado, hay una fuerte deuda interna que proviene de los Proyectos de inversión diferidos en el gasto, PIDIREGAS; por otro, es un hecho que la crisis económica de Estados Unidos tendrá un fuerte impacto, pues habrá menos compras de nuestros productos, menos empleos para nuestros paisanos allá y menos remesas de éstos, que son nuestra segunda fuente de divisas.

Ante esta perspectiva, a la pequeña oligarquía dominante le urge privatizar PEMEX, alegando que está en crisis. Según creen, llegaría dinero "fresco" que, una vez más, taparía sus ineficiencias y atenuaría la profundidad de los problemas. Y hasta sueñan que con ello podrían lograr en 2009 una votación que les permita acabar de saquear al país con leyes a modo dictadas en las cámaras.

Pero lo que está en crisis no es PEMEX sino el modelo socioeconómico que este grupo representa. Lo que quieren no es evitar una crisis al país, sino salvar el esquema económico y político que han impuesto, e incluso robustecer el régimen elitista mediante una nueva orgía de concesiones, negocios turbios y enriquecimiento fácil, mientras las mayorías se siguen empobreciendo.

Es evidente que el proceso de privatización impuesto desde hace 25 años no es el modelo a seguir. Carlos Salinas de Gortari reprivatizó la banca y vendió Telmex, lo que trajo grandes flujos de capital (1991-1993); aún así, se dio la crisis a fines de 1994 y no hemos salido del estancamiento. El proceso de privatizaciones ha continuado en la industria del acero, la aviación, la minería, la infraestructura, incluyendo la participación creciente de la inversión privada en la CFE y PEMEX desde 1997 hasta la fecha (en el 2007, del total de la inversión realizada en Pemex, el 95% fue privada). A pesar de ello, la economía y con ella la sociedad, van de mal en peor. Lo que se requiere es el cambio del modelo; y la sustitución de ese grupo en el poder, que se ha caracterizado por su incompetencia, corrupción y carencia absoluta de sensibilidad social.

Estados Unidos y las grandes corporaciones son parte del festín que se prepara. A éstos les interesa intervenir directamente en la industria petrolera mexicana y ser rectores en el negocio. Los grandes yacimientos de petróleo fácilmente extraíble de Estados Unidos y de Arabia Saudita han llegado a su punto de declive. Apoderarse de los más importantes yacimientos es parte de su estrategia de dominio global. Estamos en grave peligro como país. Una vez que sus empresas se asentaran aquí, nada los detendría; pronto verían la manera de tener control, incluso militar, sobre nuestros yacimientos, plantas y gaseoductos.

Estimulados por el olor a negocios, desde el poder se ha comenzado a seducir o sobornar a funcionarios, legisladores, medios de comunicación y comunicadores para que se difundan mentiras o verdades a medias que impidan a la población tomar decisiones informadas. Falsedades como la carencia de recursos y de tecnologías propios para impulsar a PEMEX, campean cínicamente. Privatización y corrupción están indisolublemente hermanadas.

Los mexicanos no nos dejaremos engañar con galimatías para encubrir la privatización. Con la pretensión de ocultar su verdadero propósito, los traidores a la patria juran que no quieren privatizar a PEMEX, sino tan sólo "reformarlo", "democratizarlo", "sanearlo", "modernizarlo" o promover "asociaciones" y "alianzas". Estos términos no son más que parte del nuevo Diccionario de Sinónimos Privatizadores. El fondo del asunto es que se permita a manos privadas aprovecharse de un recurso vital que es y debe seguir siendo público. Llámese como se llame, eso es privatizar nuestra empresa estratégica.

¿Qué ocurriría si se permite la abierta participación de capital privado en PEMEX?

Los que adquieran acciones de PEMEX u otras concesiones "legales", empresarios en busca de máximos rendimientos, muy pronto elevarían aun más los precios de los combustibles, presionarían al gobierno para que los impuestos con que hoy se sangra a PEMEX no se aplicaran a ellos. Finalmente las ganancias volarían lejos de aquí, como ya ocurre. Como consecuencia, se reduciría aun más el presupuesto para la educación pública, el sistema de salud, el campo, la cultura; habría mayor deterioro y pobreza. Los impuestos que no ingresen vía PEMEX tendrían que salir de nuestros bolsillos; hasta un sector de los empresarios se vería seriamente afectado. Tendríamos un gobierno aún más débil y sin capacidad para defender los intereses de la nación.

Vulnerando la Constitución, ya se han dado pasos privatizadores en el sector energético. Se trataría ahora de violentar por completo el orden constitucional desde reformas secundarias. La privatización, no hay que olvidarlo, se haría contra la Carta Magna. En el momento en que Estados Unidos implementa medidas de protección desde el gobierno, Dinamarca fortalece la presencia del Estado en sus empresas de hidrocarburos y países como Holanda, Brasil y Argentina están dando marcha atrás con las privatizaciones, mientras Bolivia y Venezuela batallan contra la voracidad de las transnacionales petroleras, en México, a contracorriente, gobernantes obtusos y al servicio del gran capital, dan la espalda a la Constitución y se empeñan en privatizar lo que es de la nación.

Un gran peligro para la nación

Es un momento crucial. Con la privatización de PEMEX se cancelaría uno de los instrumentos fundamentales para proyectar nuestro futuro. Está en juego el porvenir de México como nación independiente y digna.

Vivimos uno de los momentos más graves de nuestra historia. Pero no nos cabe duda de que, con la Constitución en la mano, mexicanos y mexicanas de todas las edades, creencias y organizaciones, en todos los rincones del país, sabremos realizar una movilización nacional jamás vista para impedir este atropello, este descarado despojo. Levantaremos la meta combinada de Impedir la participación privada en PEMEX e impulsar un cambio verdadero que logre desterrar el gran desorden económico, político, legal y social imperante. Que no se equivoquen los privatizadores. Si se aventuran a lanzar su iniciativa, el destino de PEMEX no se decidirá en las sombras de los gabinetes o los despachos, sino en las calles.

Guillermo Almeyra, Cristina Barros, Armando Bartra, Marco Buenrostro, Elvira Concheiro, Héctor Díaz-Polanco, Javier Flores, Víctor Flores Olea, Gerardo de la Fuente, Rosa Elena Gaspar de Alba, Arturo Huerta, Epigmenio Ibarra, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Carlos Payán, Consuelo Sánchez, John Saxe-Fernández, Gabriel Vargas Lozano y Sergio Zermeño.

6 comentarios:

arturo dijo...

Este documento se me hace muy bueno ya que nos muestra las consecuencias de privatizar pemex y que el 50% de nuestro capital proviene del petroleo y se privatiza ese porcentaje lo vamos a tener q reponer todos los mexicanos con la alza de los impuestos a todas las cosas y tambien se me hace increible como nuestros gobernantes son tan ambriados que no les importa que con esto la crisis en mexico va a hacer espantosa y tambien estan pasandole por encima a nuestra constitucion y efectivamente este asunto lo vamos a tener que solucionar con una mega marcha de todo el pueblo de mexico

Viridiana 431 dijo...

Pues yo coincido con mi compañero Arturo ya que al privatizar pemex se vendra abajo la mitad de lo que sostiene nuestra economia ademas de que tambien los que estan al frente del gobierno tienen un interes personal y no nacional como deviera de ser, tal vez la solucion no sea la decicion de unos cuantos si no de todos.

Montse 413 dijo...

Pienso que no hay la necesidad de privatizar Pemex, y que Mèxico tiene la capacidad de salir adelante, dejando atràs la intervenciòn extranjera.
en realidad lo que no sirve es este gobierno represor y manipulador junto con los demàs funcionarios encargados de PEMEX.

Anónimo dijo...

Lopes Hernandez Daniel 431
creo el poder lo quieren todos en lo personal creo que, el 50% esta bien que privatizen pemex, ojo no diogo que apoyo a ningun lado pero creo que Andres Manuel Lopez Obrador tampoco esta haciendolo muy bien, ya que cerrar las instalaciones donde suponemos dialogan no creo este bien, asi como un testimonio allegado a mi familia asegura en el gobierno no prguntan si lo apoyan, solo reducen el pago y listo. Respecto a lo del poder yo creo todos lo quieren, y creo AMLO no seria laecepsion, yo quieiera alguien me dijera ¿ quien a recibido algo del petroleo en estos 70 años?, creo yo muchas parsonas solo se quieren la var las manos entrando en este conflicto, pero al fin todos quieren llegar al dinero. Con la privatisacion del petroleo pinso habria muchas fugas evitadas, pero por el otro lado esta el problema de la economis que igual no sede y los mexicanos cada vez estan poer, y poer, las noticias de Mexico en otros paises, Creo el pueblo deveria hablar, sin esconderse detras de una persona con muy mala fama, claro que hay que luchar por lo que es de nosotros pero, que esto no sea en vano, ya que de nada serviria salvar una empresa que = no sede ante la necesidad del pais...

Emmanuel dijo...

En relación con la privatización de la empresa petrolera de México creo que es un problema de nivel social, porque no solo afecta a los trabajadores en sí, sino que esta relacionada también con el pueblo y su economía. Cabe mencionar que, al igual que PEMEX, la empresa electrica juega un papel fundamental en la economía del país y que ambas empresas van tomadas de la mano, es decir, que si una cae en manos extranjeras, la otra tendría el mismo destino. Esto es lo que la gente no comprende y algunos incluso están de acuerdo con la privatización por que pienzan que las cosas mejoraran en el ámbito económico. No creo que al gobierno de convenga intentar siquiera privatizar estas empresas, pues como es bien sabido por algunos, estas dos tienen a los sindicatos más fuertes del país y a parte cuenta con un número muy alto de trabajadores que estarían dispuestos a pelear por lo que es nuestro. Lo único que estaría probocando nuestro "presidente" es, en el peor de los casos, una guerra civil, como ya a sucedido en tiempos pasados.
Concluyendo con mi comentario haría un llamado a las personas que estan a favor de la inversión extranjera; no se dejen engañar por los medios de comunicación, los gobernantes no pienzan en un bien social, sino en las ganancias de ellos mismos.

Unknown dijo...

contreras garcia luis enrique 413

pues en si la verdad esque el petroleo al privatizarlo la capital de nuestro pais se reduciria a la mitad y por consecuencia los inpuestos que de porsi ya son altos van a estrar por las nuves y esto nos va a afectar a todos los mexicanos que por la culpa de los mandatarios nesecitados de dinero son capases de despojarnos de nuestro legado el petroleo pero no nos vamos a dejar pues si el pueblo se une por un ideal en comun sseremos invemcibles